Falso Techo

El falso techo es un elemento constructivo colocado a cierta distancia del forjado o techo propiamente dicho. Este espacio comprendido, denominado plenum, es aprovechado para el paso de instalaciones y demás elementos incorporados al mismo, tales como puntos de luz, de climatización, detectores de humo, rociadores…

Por otra parte, el falso techo también cumple función decorativa, y además suele aportar mejoras en el comportamiento térmico, acústico y/o resistencia al fuego del recinto. Es por ello que hay una amplia gama de materiales (madera, escayola, aluminio, lana mineral, lana de roca, viruta de madera, etc.), adaptándose a las necesidades requeridas.

Está formado por una estructura auxiliar a base de perfilería galvanizada lacada y las placas, con los siguientes tipos de canto disponibles: 

  • Visto, board o borde cuadrado
  • Escalonado de 24mm ó tegular
  • Escalonado de 15mm ó microlook
  • Enrasado
  • Oculto

Podemos dividir los techos en dos grandes grupos: los falsos techos continuos y los falsos techos registrables. Aunque son estos últimos los que suelen instalarse en mayor número de construcciones, al ofrecer una sencilla manipulación de las instalaciones alojadas en el plenum con solo desmontar una o varias placas.

Escayola

El falso techo de escayola está compuesto por sulfato cálcico natural semihidratado al que se le añade agua y otros aditivos para mejorar las características del falso techo: perlita expandida para aumentar la ligereza del material, fibra de vidrio para obtener más resistencia o derivados de silicona, para impermeabilizar la superficie al agua. 

Es un producto natural, resistente al fuego, ecológico e higrométrico, es decir, regula la humedad del ambiente que le rodea, aportando confort a la estancia.

Las principales consideraciones a tener en cuenta son que el acopio nunca deberá estar a la intemperie, debido a la humedad y que por el peso de las placas, su manipulación e instalación deben hacerse con suma delicadeza. 

Su uso está especializado sobre todo en colegios, guarderías y hospitales, al ser un producto aséptico, aunque también se emplea en otros sectores, como en oficinas o centros comerciales.

Su mantenimiento es sencillo, ya que sólo es necesario un simple cepillado, por lo que posee una larga vida útil, garantizando su estabilidad mecánica durante largos periodos de tiempo.

Madera

El falso techo de madera es un material que no sólo satisface las exigencias en diseño que se deseen, sino que a través de tratamientos específicos en los procesos productivos, se puede conseguir resistencia al fuego, a la humedad e incluso prestaciones acústicas, al incorporar un velo absorbente acústico.

Se trata de placas realizadas con tablero DM en crudo del tipo standard, ignífugo o hidrófugo, en función del uso de la estancia en la que se instalará el falso techo. Sobre el acabado final del DM, hay dos posibilidades, una melamina termo adherida industrialmente o bien, una lámina de madera natural (rechapado) a la que se aplica un barniz base poliuretano. Las diferencias entre ambos acabados, son puramente estéticas, mientras la melamina ofrece un acabado sin imperfecciones, el rechapado otorga un acabado con imperfecciones de veteado y de tonalidad, características de un producto natural como la madera.

También es posible el empleo de madera maciza, por medio de placas conformadas a base de lamas o duelas, pero continúan siendo las detalladas anteriormente las más demandadas, al ser mas competitivas en el mercado que éstas últimas, cuyo precio es más elevado a expensas de ofrecer un producto totalmente natural.

Metálico

El falso techo metálico destaca por su versatilidad, permitiendo una gran variedad de posibilidades en cuanto a colores, ya que la mayoría de fabricantes ofrecen una variada gama de colores RAL creando un techo único y diferente personalizado para el espacio que deseemos.

Las placas suelen ser de acero galvanizado o de aluminio, a las que se le aplica la pintura en polvo poliéster o epoxi-poliester por medio de aplicación electrostática y posterior polimerizado en horno a una elevadísima temperatura. 

Referente a los tipos de placas, básicamente existen 5 modelos: liso o sin perforaciones, perforado, microperforado, lamas y malla metálica. Las propiedades de los modelos lisos ofrecen una buena resistencia a la humedad, mientras que los modelos con perforaciones, se caracterizan porque al ser combinados con un material absorbente y con un velo acústico termosoldado a la cara interior de las placas, confieren al techo metálico propiedades acústicas.

Gracias al proceso industrializado de pintado, la durabilidad de las placas está garantizada, de forma que las placas conservan su aspecto inicial sin que sea necesario ningún tipo de mantenimiento.

Lana Mineral

El falso techo de lana mineral está compuesto por una combinación de materiales naturales, tales como lana mineral, arcilla, perlita, celulosa y almidón, que en proporciones diversas, según el tipo de placa, se mezclan con agua antes de proceder a su fraguado por calor. En cuanto al acabado de la placa, posteriormente al fraguado, se procede a la aplicación de una pintura al agua o un velo decorativo. Resultando así un techo acústico que ofrece, además, resistencia a la humedad e incombustibilidad.

Hay dos tipos de placas, dependiendo de la proporción de lana mineral. Los techos “blandos” poseen una proporción alta, y por tanto, son más porosos y menos densos, provocando una mayor absorción aunque su atenuación sonora sea menor. Los techos “duros”, por el contrario, son menos absorbentes pero mejores atenuantes, ya que al poseer menor proporción de lana mineral y mayor proporción de arcilla, la porosidad disminuye y su densidad aumenta.

El mantenimiento y la limpieza de los mismos son sencillos, porque mediante un cepillado suave o mediante un aspirador se elimina fácilmente el polvo y la posible suciedad acumulada.

Por todo ello, es un producto ideal para múltiples aplicaciones en las que se requiere corrección sonora, ya sea en oficinas, hoteles, centros comerciales, etc.

Lana de Roca

Las placas para techos de lana de roca están fabricadas a partir de esta roca basáltica de origen volcánico. Que tras fundirla, se transforma en fibras y con la ayuda de aceites minerales y demás productos que favorecen su ligación, en lana. Presentándose finalmente, con una cara revestida por un velo mineral decorativo para conformar la placa para techo.

Las propiedades de la lana de roca son numerosas, destacando su excepcional comportamiento ante el fuego y el agua. Es incombustible, por lo que las llamas no se propagan y no se emiten gases; e hidrófila, lo que garantiza su perfecto comportamiento ante la humedad ambiente.

Sus propiedades aislantes son de igual forma magníficas, por un lado es un buen absorbente acústico y por otro lado, aislante térmico, creando una barrera tanto al frío como al calor.

Referente a su durabilidad, los techos de lana de roca siguen manteniendo sus características durante largos periodos. Gracias a que la lana de roca es un producto inerte, inorgánico, imputrescible y no sufre el ataque de bacterias ni parásitos.

Viruta de Madera

El falso techo de viruta de madera es un producto estéticamente muy decorativo y original, que aporta no solo diseño a los espacios arquitectónicos, también propiedades acústicas gracias a sus magníficas propiedades.

Está formado por viruta de madera, normalmente de abeto, unidas entre sí mediante cemento o magnesita. El papel del apelmazante es esencial, aunque es el cemento el que le ofrece mejores prestaciones, al lograr totalmente la insensibilidad a la humedad (si fuese magnesita no sería posible); a la vez que le confiere una elevada resistencia al fuego, aportando inocuidad, ausencia de goteo, humos y gases; y además de las conocidas propiedades como regulador higrométrico y aislante acústico.

Y mediante un proceso mineralizante que se le aplica a las fibras, las propiedades mecánicas de la madera permanecen inalterables, impidiendo el proceso de deterioro biológico y devolviéndolas inertes y resistentes.

Sobre los acabados, se presenta en tonalidades neutras y naturales, aunque también existe una amplia gama de colores RAL que son aplicados a las placas de fibras naturales mediante un proceso industrializado.

 

 

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